Frecuentemente los dermatólogos le ordenamos una fórmula magistral como tratamiento a  una enfermedad dermatológica.
A pesar de la gran cantidad de productos disponibles producidos por la industria farmacéutica, hoy en día la formulación magistral sigue teniendo un papel muy importante en el tratamiento de las afecciones dermatológicas. Desde los inicios de la Dermatología se ha usado, siendo muy útil en el tratamiento de enfermedades para las que no se disponía de preparados farmacéuticos específicos; sin embargo, a medida que fueron apareciendo nuevos productos comercializados se puso en duda la utilidad de la formulación, cuestionando su seguridad, estabilidad y efectividad. Esto contrasta con la tendencia actual de recuperar la formulación, haciendo que vuelva a ocupar su lugar en la práctica dermatológica habitual. Otra ventaja de las fórmulas magistrales en dermatología es su precio el cual puede llegar a ser significativamente menor. 
 
 
La industrialización de los productos dermatológicos por parte de los grandes laboratorios como por ejemplo las cremas, provoca también un cierto grado de «despersonalización» del medicamento que pasa a ser concebido y desarrollado con un criterio «estadístico», que se ajusta al estándar de la enfermedad, pero no a las características personales de cada paciente. En el medicamento industrial es el paciente el que «se adapta» al medicamento (dosis fijas y formas farmacéuticas limitadas), frente al medicamento personalizado o formula magistral  donde es el medicamento el que «se adapta» al grado de enfermedad y características personales del paciente.
Las fórmulas magistrales se pueden elaborar en forma personalizada en cuanto a dosis, formas farmacéuticas , vehículo o adaptación del medicamento. 
 
Esta utilidad del medicamento personalizado no ha sido puesta en entredicho en muchos países europeos como Alemania u Holanda, donde sigue representando un 3-4% con respecto al volumen total de medicamentos dispensados en la farmacia. En el ámbito de la Dermatología la proporción es superior. Otros países que en su momento adoptaron criterios muy restrictivos con respecto a la formulación, como Francia o Estados Unidos, rectificaron luego su posición para dar cabida al medicamento personalizado. Las fórmulas magistrales son muy utilizadas en dermatología en enfermedades como PSORIASIS, ACNÉ, ROSÁCEA, TRASTORNOS DE LA PIGMENTACIÓN CUTÁNEA ( Manchas), PATOLOGIA ORAL(aftas), ENFERMEDADES DEL CUERO CABELLUDO (Alopecia androgenética, Alopecia Areata, Dermatitis Seborreica)

 

CONCLUSIONES

Las formulas magistrales  es un tema que sigue generando debate, pero cada vez queda más claro su importante papel y utilidad en la Dermatología actual. El medicamento personalizado permite cubrir lagunas terapéuticas y facilitar la administración y el cumplimiento de los tratamientos a precios significativamente mas bajos. Es responsabilidad del médico formulador conocer los principios activos, su dosificación, interacciones y propiedades de elaboración, por lo que es importante una buena comunicación con el farmacéutico. La información menos exhaustiva y la falta de prospectos normalizados en la formula magistral son uno de los principales inconvenientes, lo que podría solventarse con la experiencia del dermatólogo formulador y el buen conocimiento de los productos prescritos, dando la máxima información al paciente y estando atentos ante cualquier posible efecto adverso. En un futuro podrían elaborarse prospectos más detallados de las principales formulaciones que se usan habitualmente, y si se consigue su regulación e inclusión en el sistema sanitario público los costos podrían ser menores.
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